Para comprender cómo generar un clima laboral óptimo, es necesario definir en primera instancia, que una organización es un sistema en el cual todas las partes se encuentran relacionadas entre sí, y donde no existe nada que suceda en uno de los elementos que no afecte al resto.
Introducimos este concepto porque es fundamental entender que todas las personas están relacionadas e interaccionan en un ambiente de trabajo, y que el mismo será el resultado de dichas interacciones.
La dinámica laboral debe desarrollarse en un clima armónico, productivo y donde se preste atención al mayor capital que una organización puede tener: el capital humano.
Ya desde diversas teorías, y entre ellas la teoría de Grid Internacional, se sostiene que una empresa puede tener los mejores recursos materiales, la mejor infraestructura, la mejor tecnología, pero los resultados dependen del nivel y calidad de las relaciones humanas.
Es responsabilidad y función de gerentes y mandos medios, promover un ambiente facilitador de resultados positivos, de trabajo en equipo, de pertenencia y compromiso.
Pero… ¿cómo se logra esto? En primer lugar, hay que resaltar que durante años las empresas han invertido tiempo y dinero en estrategias motivacionales que raramente funcionan o se sostienen. El motivo principal es que dichas estrategias no consideran la coestima del personal, es decir no trabajan ni involucran en el proceso las expectativas del personal con líderes o con la organización. (Felix Socorro).
Fomentar un espacio y estrategias que consideren dichas expectativas, como así también el estar atento a las oscilaciones de éstas, posibilitará mantener un alto grado de motivación.
Cabe resaltar que toda persona busca mantener en equilibrio su área personal y laboral, por lo cual el sentirse reconocido en sus expectativas o en su quién soy en la empresa, optimizará su accionar y consecuentemente los resultados.
La implementación de estrategias que además de impactar en la motivación, fomenten el grado de compromiso del personal, permitirá establecer cambios en procesos y en políticas empresariales. Es indudable que un personal comprometido, manifiesta predisposición y apoyo a los cambios organizacionales, se involucran en el proceso de cambio y evidencian una actitud de mejora continua.
Paralelamente, el involucrarse en los procesos de mejora, crea en el personal una sensación de reconocimiento a su trabajo que retroalimenta su compromiso.
Se concluye que para generar un ambiente de trabajo que tenga un clima laboral óptimo, no es necesario grandes inversiones, sólo se requiere focalizar en el personal, descubrir sus potencialidades, fomentar su nivel confianza y brindar un plan de carrera para su crecimiento en la empresa.
Lic. Carla Córdoba – Consultora